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sabes porque tu pareja sufre cambios de actitud sin ninguna explicacion

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sabes porque tu pareja sufre cambios de actitud sin ninguna explicacion

Todos sabemos o nuestro médico nos ha contado algunos consejos básicos de tu vida cotidiana para procurar llevar una vida más saludable de cara a convivir con el Trastorno Bipolar. Yo relataré las que, en mi caso, mejor me han funcionado en unos momentos u otros de mi vida bipolar, pero en general, siempre, atenuando un poco más las caídas o subidas. Ayudan bastante, la verdad, y cuando te saltas alguna, notarás algún deterioro de leve a importante. Todo es cuestión de poner otro poquito más y no cuestan tanto ir añadiéndolas al día a día.


– Primer consejo: Busca, si no lo has hecho ya, a un psiquiatra bueno y al que tengas mucha confianza. Es primordial, ya que parte de tu salud está a merced de sus decisiones para bien o para mal. De hecho, la confianza es de lo más importante para que le puedas contar todo lo que te ocurre sin que se te “escape” ninguna, así, el médico, podrá basar tu experiencia en el diagnóstico y tratamiento. Si ves que no hay esa confianza mutua, busca a otro ya que necesitas contarle las cosas con ciertos detalles y sin tapujos. Así, evitarás tratamientos con efectos indeseados y un buen diagnóstico y progreso de la enfermedad.
– Segundo consejo:  No dejes la medicación por tu cuenta o riesgo y sé constante con ella. Si ves que te produce algún efecto secundario no deseado o no te funcionan, háblalo con tu psiquiatra. Dejar de tomar las pastillas ( y más, si es de golpe) puede suponer tener una crisis (ya sea maníaca o mepresiva) e incluso, algunos medicamentos, dejados de golpe pueden producir efectos aún más indeseados (como el síndrome de abstinencia) y hasta la muerte. Solo tu médico te dirá si hay que retirarlos y cómo. Pecamos o hemos pecado mucho todos sobre ésto. ¿Acaso sabemos más que un médico que ha estudiado y dedicado buena parte de su vida en estudiar y tratar sobre lo que nos puede llegar a ocurrir?
– Tercer consejo:  Evitar el abuso de drogas y el alcohol, ya que, a parte del deterioro que puede producir en otros órganos del cuerpo, también influyen en el cerebro. El alcohol es, de por si, un depresivo cuando el cuerpo lo expulsa y “necesista” más (síndrome de abstinencia), aunque por una cerveza en momentos puntuales, no es muy grave. Otras drogas pueden ocasionar lo mismo en mayores dimensiones e inducir tanto a crisis de manía como a crisis depresivas, pasando con problemas psicóticos, delirios, alucinaciones, etc. Además, suelen ser de adictivas a muy adictivas y produce una espiral muy peligrosa en cualquier caso, seas bipolar o no, pero piensa que suelen atacar a tu órgano desequilibrado, el cerebro, entre otros puntos.
– Cuarto consejo:  Procura hacer ejercicio. Ya lo decían en la antigüedad, “mens sana  in corpore sano” (mente sana en un cuerpo sano). Y tenían razón. Hacer ejercicio es una manera fácil de producir un antidepresivo natural de nuestro cerebro, que se trata de la endorfina. Además, ayuda a la autoestima, haciéndote ver en mejor forma, induce al sueño de manera natural, baja la ansiedad, etc. Ejercicio regular es muy beneficioso, tanto para tu salud en general, como para un bipolar en particular. De hecho, da para un artículo a parte que pronto pondré con más datos específicos.
– Quinto consejo:  El aseo particular es importante, ya que como en el caso anterior, también ayuda a la autoestima y a no dejarnos “llevar” por la enfermedad, ya que no te “abandonas” y como tal, no te ves abandonado que ayuda a entrar en otra espiral. Aunque parezca una tontería, la autoestima en momentos de bajón es muy importante y ahí entra en juego el aseo, verte y notarte en mejor estado.
– Sexto consejo: El dormir, ese gran placer que a veces cuesta cogerlo. Dormir ayuda a descansar y reparar los “daños” producidos durante el día (de forma muy resumida). No dormir puede conllevar a desequilibrios químicos, crisis depresivas o maníacas, psicóticas, etc. Es muy importante conciliar bien el sueño y dormir las horas necesarias para que el cerebro no acuse más los desequilibrios que ya tenemos de por sí y nos encontremos de mejor humor durante el resto del día.
– Séptimo consejo: Evitar tomar excitantes a ciertas horas finales de la tarde y noche, como la cafeína, la teína, el alcohol, bebidas energéticas  o cualquier sustancia excitante para nuestro cuerpo, ya que acusaremos el no poder dormir bien y hasta inducir a hipomanías o manías por diversos motivos, como el poco descanso que pruduciría o tener más “excitado” el cerebro (afecta al sistema nervioso). De hecho, va a la par con el punto anterior, el dormir bien y las horas necesarias.
– Octavo consejo: Comer bien y equilibrado, ya que el cerebro necesita también combustible. De hecho, está demostrado que algunos alimentos ricos en omega 3 son buenos estabilizantes. Además, el comer bien ayuda a las respuestas cognitivas. El cerebro es uno de lo órganos que más demanda “energética” pide y si no se la proporcionamos en dosis normales y equilibradas, puede descompensarse, produciendo desequilibrios que acabarás notando.
– Noveno consejo: Busca un hobby o afición que te ayude a llenar por dentro. Ésto se aplica a todos los mortales, pero más en nuestro caso, cosa que nos hace sentir “útiles” para nosotros mismos y ocupado en tiempos en los que te has de aferrar a algo. Aunque muchas veces no te apetezca, otras muchas te ayudará a estar entretenido en cualquier momento “ocioso” y, sobre todo, en esos momentos puntuales. Ya que una afición, como tal, le dedicarás más tiempo del que puedes “permitirte” y con mayor pasión.
– Décimo consejo: Y por último y no menos importante, hacer una rutina diaria ayuda a estar activo en temporadas bajas y ayuda a “educar” a tu cuerpo a seguirla. Además de mantener esa rutina, procuras que tu cerebro no tienda a desequlibrarse por culpa de darle vueltas a ciertas cosas que nos afligen o preocupan, manteniendo la mente ocupada.
Y éste no es un consejo, sino un llamamiento a tu cuerpo. Que la química te respete y no se descompense, bien por temas internos (endógenos) o externos (exógenos).
Lo dicho, es muy importante cuidarse por dentro y por fuera, aunque nadie nos diga que algo desencadene en otro algo. Estamos a merced de muchas variables que, a veces, ni controlamos. Pero haciendo las cosas bien, podemos evitar muchos más digustos.
Si tienes algún otro consejo, compártelo o bien en el foro o comentando esta entrada, así, entre todos, podremos ir ayudándonos.
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