las personas se inclinan al morbo y lo prohibido
El diccionario lo define atracción por lo malsano, insinuando que toda tener algo de patológica. No desestimaremos ni una sola de las razones que dan los académicos, pero cuando el morbo es sexual cabe relajar el término con matices de sensualidad e incluso lascivia. En este contexto, y servido , siempre que no simbolice abuso físico, psicológico o social, y la conducta que lo sigue esté consensuada y no genere quebraderos internos de cabeza, según explica el psicólogo y
¿ “Sobre todo”, responde “aquello que guarda algo de misterio y parece inescrutable, lo que no encaja en los estándares de atracción habituales y aceptados A partir de ahí, el repertorio es inacabable. por ejemplo, le subía la libido imaginarse en un cementerio practicando sexo con una virgen desnuda. los platos volaban durante el coito. Y enloquecía con el uniforme de La escritora descubrió el morbo de estos y otros personajes información para un trabajo. Y lo que iba a ser un sobre erotismo acabó en Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia.
En sus páginas es fácil dar con aquellos argumentos o pretextos que acaloran también al resto de los mortales y apresuran su libido. Si, como decía una vez que esta se nubla cabe esperar cualquier cosa de la portentosa imaginación humana, principal alimento del deseo morboso. “El interés sexual que despierta una persona o una situación debe más a lo que esconde, representa o insinúa que a lo que puede apreciarse a simple vista. A veces incluso es un pensamiento repentino y fugaz, aunque por un instante haga perder la cabeza”, explica
En general, las relaciones desiguales despiertan un morbo a veces casi paralizante. de dejó páginas inolvidables sobre lo obsceno se convierte en morbo cuando confluyen odio y deseo. En Portero de noche, dejan sin aliento a sus miembros más suspicaces en esa ardiente relación de dependencia que resurge años después de que él, agente nazi, abusara sexualmente de ella, joven judía, en un campo de concentración. Lo que parece incuestionable es que el morbo es un componente rotundo de la sexualidad, incluso de la civilización misma. Como ha dicho en alguna ocasión el escritor desprovisto de sensibilidad y emoción.
Pero ocurre que, con el tiempo, en la pareja aumentan los antagónicos del morbo. En un sondeo realizado en 2010 entre mujeres casadas, las psicólogas norteamericanas . Por eso, el morbo debería ser bienvenido cuando los guiones sexuales se han agotado. Es el espetón que remueve las ascuas de las chimeneas, y un lenguaje de códigos complejos en el que la emoción cuenta tanto como los genitales.
“Pero a veces se busca más, y la sutileza se vuelve grosería u ordinariez, y se llega incluso al fetichismo patológico y soez”, advierte Eugenio López. Patológico. Es cuando el deseo morboso se convierte en perversión y el sexo en crueldad física, psicológica e incluso sanguinaria.
Son patológicas muchas formas de y la atracción hacia personas con un defecto físico o enfermedad; sobre todo porque, como indicapu implicar alguna forma de abuso. También pueden llegar a serlo algunas prácticas de riesgo que provocan una subida de adrenalina, precursora de las hormonas sexuales. Hay quien siente morbo con el dolor. dispone de sinuosos consejos para los más entusiastas: ligeros cachetes que en dosis prudentes pueden proporcionar sensaciones únicas y altos niveles de adrenalina.